🪐 Descubre el Impacto de Plutón y Saturno, los Cronocratores, en Tu Karma 🌌

Plutón y Saturno son los dos planetas con mayor carga kármica, ya que cristalizan profundamente los hechos y las emociones del pasado. Son los regentes del destino, y si aprendemos a manejarlos, también aprenderemos a moldear nuestro destino de acuerdo con las leyes cósmicas. Siempre que estos dos planetas estén conectados por aspectos en la carta natal habrá una misión Kármica predestinada muy especial que cumplir. Los aspectos que estos dos planetas hagan con el resto de los planetas revelarán cual es esa misión.

Es difícil trabajar con Plutón, a no ser que se tenga alguna confianza en el destino. Y esta confianza sólo se puede adquirir después de haber conocido la desesperación y la oscuridad, de haber sentido rabia e impotencia, y haber encontrado así lo que sustenta la vida cuando el ego ya no puede realizar lo que esta acostumbrado a hacer. No hay nada divertido o alegre en los tránsitos y progresiones de Plutón, y poco importa lo que uno se conozca a si mismo psicológicamente. No se puede prevenir el sufrimiento porque siempre habrá una parte de las profundidades del ser que permanezca en la oscuridad. Obviamente, mucho depende del conocimiento de tengamos de nosotr@s mism@s y de los aspectos que haga Plutón en la Carta Natal. Si una persona no tiene mucho conocimiento de si misma o de la vida, puede que no se de cuenta de lo que esta pasando, o que no lo registre a un nivel consciente, y aunque de todas formas percibirá con mas fuerza lo que ha estado ocurriendo a partir del momento en que Plutón llegue al mismo grado y según se aleja el transito unos cuantos grados. A menudo hay una gran descarga de energía que acompaña a los movimientos de Plutón. Las cosas que han estado estancadas, adormecidas, o que han terminado hace tiempo, resucitan y estallan. Las pasiones que provocan estas erupciones o descargas de energía pueden ser inmensamente creativas. Pero, aunque se puede percibir el valor de este tipo de experiencia, es a menudo, un momento doloroso, frustrante, confuso, de desorientación y, por lo tanto, temible, y es raro que ocurra sin que haya que hacer algún tipo de sacrificio o sin perder algo, ya este uno dispuesto a ello o no.